viernes, 12 de marzo de 2010

veintiocho

Yo soy de pares más que de impares, y el ocho me gusta, la verdad, no sé porqué pero siempre me ha gustado. Por tanto, entiendo que este nuevo pétalo que deshojo será bueno para mí, o eso espero.
En San Juan del año pasado estábamos en Pineda celebrando la festa del foc en la playa. Estaban Quique y Marta, Eva y Figue, Rubén y Elsa, ah, y Miguelito. Bueno, y nosotros. Es tradición esa noche escribir lo malo que te ha pasado y quemarlo en la hoguera. Yo no pude escribir nada malo porque todo lo que me había pasado durante los meses anteriores había sido muy positivo. Así que me animé a llevar la contraria y pedir por cosas buenas y quemarlas en la hoguera.

Luego pensé que bueno, sí, de vez en cuando te pasan cosas malas, pero es que a mí no me había pasado nada realmente malo. Mi familia estaba bien, mis amigos también, me iba bien en el trabajo. Una cosa que sí que pedí era que surgiera la oportunidad de volver a San Sebastián. Un mes más tarde ya había conseguido mi propósito. Y desde entonces, todo ha ido rodado.

Me considero una tía con suerte, también es verdad que soy bastante positiva y relativizo mucho los problemas. Mañana, soplaré 28 velas y tendré que pedir algún deseo. En realidad, no puedo pedir nada porque tengo de todo. Bueno, salud, por descartado, para mí y los que me rodean. Quizás me aventure a pedir para que le toque la lotería a mi madre o a mi hermana...aunque eso ya es una probabilidad más complicada, pero la ilusión que tienen ellas por que llegue ese día!!

Así que nada, virgencita, virgencita, que me quede como estoy...o mejor :)

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